viernes, 31 de diciembre de 2010

Echoes of the rainbow



Nada más llegar a casa me encuentro un paquete. El matasellos es de Hong Kong.

En su interior una tarjeta de felicitación navideña y una película.

"Echoes of the rainbow"

Una película taiwanesa que ni siquiera tiene un sólo voto en el Filmaffinity (a día de hoy y a esta hora, si pincháis en el enlace y resulta que tiene votos, es que los acaban de hacer) y apenas ocho en el IMDB, es decir, que no ha entrado en el circuito europeo.

Gracias Kimmi, este es uno de los mejores regalos que a un cinéfilo, que acaba de traerse su colección de 200 películas originales en un par de portadvds que pesan como cinco kilos, se le puede hacer.

En cuanto tenga un hueco la veo.

Pd: y gracias Dani y Marta por guardarme, cuidar y disfrutar lo que pudisteis de mis películas.

Yesterday I got a gift from Hong Kong. It´s a movie. Thanks Kimmy, thanks very much, I´m craving to watch it.

jueves, 23 de diciembre de 2010

En Alcalá de los Panaderos



El día empieza como todos, despertándome. Luego un croissant, una colada que recojer y una maleta que hacer. En ordenador ajeno, que el mío no furula, chekeamos que mi vuelo salga y la puta nieve no me joda las vacaciones. Ando diez minutos y me compro en una charity mi libro de vacaciones: One Day de David Nicholls. 2,5 libras. Un libro que ahora todo cristo está leyendo en Londres. Me tomo un doble espresso fumando un cigarrito. Ritual para preparar el viaje. El viaje empieza. Hammersmith hasta Holborn para acabar en Liverpool Station para coger el Stanted Express. Tren que tomo y que me deja en el aeropuerto. Como un Whooper en el Burger King, espero un par de colas y ya ando esperando a que me metan en el avión. Allí hablo con una desconocida sobre libros, Dostoiesvki principalmente. Luego unos simpáticos pueblerinos son mis compañeros de asiento, casi abueletes. Telefoneo a Helena, que es una suertuda y va a poder volar desde Heathrow. Nos deseamos feliz navidad. Los casi abueletes son simpáticos hasta que me quitan el periódico, me despiertan de mi siesta, y NO PARAN DE HABLAR en todo el viaje. Aterrizo. Doy esquinazo a mi madre que me estaba esperando en primera fila porque no soporto a la gente que espera a los suyos en primera fila taponando el correcto fluir de las personas. Besos y abrazos. Llamadas y una cerveza. Conduzco, qué de menos echo conducir. En casa cenamos, tortilla made my ABUELA. La beso y achuco. Voy a mi cuarto, veo que mis libros están más o menos todos ahí. Mi oso de peluche en la cama, detalle freak, tierno y cursi de mi madre. El frigo lleno. Escribo esto y ellas están viendo fama, mi viejo que tiene la barba más blanca ya está dándole al sueño.

Mañana llega mi hermana y mi cuñao. Todos juntos again.

Ya estoy en casa.

Y el día acaba con un Earl Grey. No hay que perder las buenas costumbres.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Diarios de un rodaje. Parte 4.



Laura: comprometida, tenaz, siempre pone sus emociones en cuarentena y sólo después de examinarlas concienzudamente deja que éstas le invadan. Le gusta arreglarse, sentirse guapa, aunque como más cómoda está es en pijama, en casa y con una bata puesta. Es dulce y comprensiva, pero le cuesta perdonar cuando le hacen daño. Siempre le hubiera gustado aficionarse a algún deporte de riesgo aunque es demasiado responsable para hacerlo, eso sí, se ha apostado consiga misma que antes de cumplir los 40 tiene que tirarse de paracaídas. Prefiere la ducha a la bañera y generalmente con agua tibia. Si ve una película, tiene que comer algo de chocolate.

Tom:
simpático y encantador. Solitario. Imaginativo. Tom descubrió que no tenía sueños o una gran meta que cumplir en la vida y eso le liberó. Quiere llevar una vida tranquila repleta de pequeños placeres y de vez en cuando vivir alguna aventura alocada. Desde que dejó de fumar, colecciona cajetillas de tabajo, y espera que esa seá la única colección que no abandone en su vida. Es impaciente y se aburre en cuanto las cosas se vuelven demasiado rutinarias. De vez en cuando le gusta darse un baño relajante de agua caliente. Si ve una película, tiene que ser en silencio sepulcral.

Ahí tenéis a Laura y Tom, los protagonistas de nuestro corto. Más o menos esos podrían ser sus perfiles de personajes. Y Dhaunae y Lorenzo son los incautos que se han dejado grabar encarnándolos.

Muchas gracias, por adelantado.

Dhaunae es una amiga blogera a la que ayer por fin conocimos, tras más de un año de lecturas mutuas de nuestros sites. Lorenzo es un chico que no tiene un blog por no sé que rollos de los servidores y las plantillas, la excusa más barata que he oído para no tener un blog.

Quedamos a las 15:30 en Bank. Logramos reunirnos a las 16:02. La nieve no se interpuso y hacía una temperatura agradable de 7 grados.

Teníamos que grabar en el metro. Y eso nos suponía una serie de problemas logísticos que Lorenzo vino a solucionar proponiéndonos grabar en la linea "Waterloo and City". Es una linea que a bote pronto parece absurda, solo va desde Waterloo hasta Bank en un trayecto que dura unos 4 minutos. Osea, una linea que sólo enlaza dos estaciones. Absurdo pero perfecto para nuestro cometido, así que esa tarde de domingo viajamos desde Waterloo hasta Bank y viceversa unas siete veces, en un metro inusitadamente short. Yo creo que los operarios con chaleco naranja reflectante fosforito (espero que estemos todos de acuerdo en que la prenda que llevan los operarios es un chaleco) ya se quedaron con nuestras caras. Y más aún cuando en la última toma del último trayecto, nos sorprendio uno y nos dijo "Ey guys, que el trayecto ha terminado" con esa cara que conjuga la apatía y el aburrimiento que más quería decir "quillos, por que no cojéis la camarita y os vais ya al carajo, que estoy jarto de ver vuestras caras cada ocho minutos". El atrezzo fueron un libro y un par de revistas promocionales que nos encontramos en el mismo vagón. Y en resumen, así pasamos la tarde, entrando y saliendo del metro. En una ocasión incluso nos perdimos. Jorge quería grabar una toma desde fuera, mientras el tren se iba con los personajes dentro. Acordamos que nosotros les esperaríamos a ellos. Pero ellos no llegaron. Así que entendiendo que nos malinterpretamos, Jorge fue en su búsqueda a la otra estación y justo el siguiente tren que arribó fue del que desembarcaron. Ahora era Jorge el que estaba perdido. En todos los rodajes hay imprevistos, y este fue digno para un sketch de los Hermanos Marx. Evidentemente conseguimos reencontrarnos y terminar el rodaje, que vino a alargarse una hora y media, para una escena que no queremos que nos tome más de 30 segundos.

Degustando cervezas y un cranberry juice, intentándolo en el pub Sherlock Holmes, pero acabando en uno al que lo atravesaba una calle por ahí por Charing Cross, me reprocharon que debería haber escrito a los personajes, para que ellos puideran haberse hecho una idea más fina de los mismos. Como incluso a veces doy la razón a los que me reprochan cosas, he ahí mi enmienda y por eso los perfiles que encabezan esta entrada. Luego hablamos un poco de todo, de cine, de convenciones vampíricas, de la eventualidad con la que empleamos la palabra eventualmente, inventamos un nuevo término en castellano: decrepar que viene a significar cuando algo se está quedando obsoleto pero que todavía no lo está completamente, véase la palabra "eventualmente", hablamos de que algunos sueñan con conseguir un trabajo donde puedan dejare barba, hubo una declamación de la leyenda de una cerveza impresa en el vaso de pinta, me corrigieron cien veces ya que me empeñe en decir randerizar en vez de renderizar e intentamos en vano hacernos una fotos con unos que iban disfrazados de gentleman de época victoriana. Tal que ese, que además practicó la pose "besugo alimentándose"



Jorge se marchó a su pueblico y luego con los actores y algunos de sus amigos acabamos en un griego comiendo musaka y un montón de platos con nombres griegos aderezado con un vino "minotauro" e intentando convencer a un alemán de las virtudes de escribir un blog. Creedme, los alemanes son duros de pelar y más de convencer, como el estereotipo dicta; aunque por lo menos no esgrimen excusas baratas para no escribir un blog

En definitiva, eventualmente fue un día de rojade, donde de una vez conocimos a Dhaunae para que nuestra relación no decrepara y nos llevamos la sorpresa de Lorenzo, un alma gótica y según su propia etiqueta "actor frustrado" que lucha para que otros puedan vencer el cancer, y en el que por fin renderizamos (a la inversa) nuestro corto.

Pd: y para actrices guapas, yo me quedo con Ali Macgraw; y un club de lectura de libros de menos de 150 páginas, por favor.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Una de las fotos más repetidas de Londres.



Este finde, la City y sus subterráneos volverán a ser el atrezzo para el rodaje de nuestro corto.

Tiembla St Paul´s.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Diarios de un rodaje. Parte 3.



La nieve es como te pille, según tu estado de ánimo. Vamos como todas las cosas. Pero la nieve como algo escepcional, osea, que no ocurre en todos los sitios y no a todas horas, pues tiene ese halo de bondad y belleza. Supongo que por que es de forma algodonada y las estampas que guarda nuestro conscientes son esas postales donde todo es una armonía de placentera calma y dulce porvenir.

Una mierda, la nieve es un puto coñazo. La nieve hace que una ciudad como Londres se colapse (ok, podría estar más preparada, sin duda, pero me importa un carajo, la cuestión es que se colapsa), que las calles se cubran dehielo y te resbales, o gastes treinta minutos en un recorrido en al que habitualmente dedicas diez. La nieve trae mas frío y que te tengas que poner más ropa. La nieve no es blanca, eso parece cuando cae y se posa, es blanca cuando nadie ni nada la toca... pero la nieve es marrón, negra, gris, roja, amarilla y generalmente absorbe toda la mierda que hay a su alrededor. Es mu bonita, mu estética, mu tó... pero es un incordio de la ostia.

En la entrada "Diarios de un Rodaje. Parte 2" decía que "este jueves tenemos la Parte 3" (Que mola eso de citarse a uno mismo, je). A lo que iba... que la "parte 3" se refería a la parte 3 del rodaje. Bien. ¿Es hoy jueves? No, es domingo. NO HUBO PARTE 3. ¿Adivináis?

La puta nieve.

La puta nieve de los cojones que hace que todo bicho viviente que viva en Londres le dedique alguna línea en su facebook diciendo "qué bonita es la nieve", "que me gusta la nieve", "que bien me lo paso en la nieve" o "nieva, precioso" y con sus comentarios pertinentes de: "disfrútala" "qué chuli" o "que me gustaría estar allí contigo para ver como nieva". Iros todos al carajo, con perdón, la nieve es una mala víbora, víbora y venenosa.

La nieve está bien en paises como Finlandia que han sabido com domarla.

Pero aquí la nieve encerró a mi codirector y montador, promotor y amigo, en su pueblo, allá en el condado de Kent. Tan sólo a media hora de Londres, pero millas suficientes para que dos palmos del milagro meteorológico blanco impidan que todo metro o tren circulen. El maño no pudo venir a la capital, no hubo rodaje.

Y no sabéis muy bien lo dificil que es coordinar gente aquí en Londres. Éramos yo, él, un actor y una actriz, para la única escena con personas reales que tenemos. Y creedme, conjuntar a cuatro personas no sólo el mismo día, sino en la misma franja horaria en London es toda una odisea y a veces un imposible. Lo logramos, pero la puta nieve y toda la madre que la parió vino a aparecer, así, en plan "aquí estoy yo" y todo se fue al carajo.

Pero da igual. Seguimos adelante. He ahí la foto del post. En "Diarios de un rodaje. Parte 1" comenté que al proyecto se nos había sumado Aurora. Por encontes no quise ahondar en la naturaleza de su contribución. Ahora sí. Su contribución es ese dibujo y algunos otros que tienen que venir. Es una artistaza y acabdo de recibir su trabajo calentito sólo justo ayer. Miradla, la foto digo, deleitaros y asi comprenderíes lo eufórico que estoy.

Además el dibujo pega con la nieve. Obviamente por la abundancia del blanco y por todo lo bonito que tiene la nieve, por supuesto no por todo lo demás, osea, toda la paliza esta que os he dado sobre que la nieve es un jodido COÑAAAAZOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Diarios de un rodaje. Parte 2.



El audio era la segunda parte del rodaje. Veis esa mesa mezclas to profesional, pos pa ná. Vamos que ni nos aclaramos con el micrófono, ni con las mil clavijas y ruletitas, ni con un ordenador que le daba por apagarse cada cinco minutos.

¿Como carajo se quita el eco de los cojones por Dios santo?

La cosa empezó con frío, porque el invierno ya está aquí. Tomé un metro y un tren que me llevaría a un pueblo de Kent: Tunbrigde Wells.

Arribé a eso de las doce y media y fui recogido en un Mercedes Clase: mercedes muy grande y llevado a una casa que hacía esquina en cuyo jardín había una portería, una cama elástica para saltar y un cenicero con forma de concha marina con una superficie de agua helada que no pude utilizar nunca de cenicero.

Tras ser corregida la traducciónd del guion (no por mí claro) empezamos a ensayar y a grabar como al final pudimos, todo después de comer una lentejas a la rusa con salchicas y pan que nos dejaron llenos, saciados y ventosos.

Hubo una interrupción debido a que tuvimos que cambiar el aparcamiento del Mercedes Clase: mercedes muy grande, cosa que hicimos con presteza y audacia y fumando un cigarrito a la vuelta cagándonos en lo dificil que es esto de grabar sonidos, más aún cuando es la propia voz humana.

Yo estaba ahí con los típicos: "hola", "hola", "hola", "si", "uno" "dos", "uno", "sí", "hola", "probando" "probando" moviendo ruletitas a doquier, pulsando botones y el PUTO ECO siempre ahí.

Buscamos ayuda en internet, nos descargamos el manual, visitamos algunos foros, pero nada... el eco se quedó con nosotros hasta que por gracia divina de repente se esfumó para dejar hueco a un ruido de fondo tipo: fffffffffffffffffffffuuuuuu.

La cosa quedó clara: el eco es una mierda, el ffffffffuuuu también, al gato le caí bien, por cierto gato con cameo de contrapunto dramático en nuestra historia, tenemos la voz femenina fichada, a la masculina hay que llevarla al gym y que practique tendidamente, debo unas lentejas a la españolas igual de sanciantes y ventosas... y en definitiva tenemos que darle muchas, muchas, muchas vueltas a como carajo vamos a grabar las voces en off que requieren la historia.

Acabamos como empezamos, con el Mercedes Clase: mercedes muy grande llevándome hacia la estación de Tunbrigde Wells, cogiendo el tren, luego un metro y aterrizando de nuevo en casa. Ese día fueron tres horas y media en trasportes, donde casi leí por completo este libro: Shop Talk, que recomiendo.

Un poco de desánimo, sí, pero los obstáculos hacen las cosas más interesantes. Este jueves tenemos la Parte 3. Será una escena en el metro, la única con actores, y donde un libro tendrá la sartén por el mango.

Por cierto, todavía no tenemos título para el enjendro, pero el guion está terminado (sin tilde ya, por consenso de las 22 Academias de la Lengua Española reunidas en Guadalajara, que se reunen para cosas tan importantes como para quitarle la tilde a guion)

Y ahora mismo voy a coger el link de este post y se lo voy a mandar al amigo Antuan con alguna que otra pregunta. Gracias por adelantado maestro.

Pd: odio el eco. Con todas mis fuerzas, y con perdón, me cago en to su puta madre.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Robin Hood también hubiera esperado esas seis horas de cola

Hoy he visto por fin Robin Hood, la última adaptación de las peripecias del foragido más famoso de la historia, rodada bajo la batuta de Ridley Scott. Está graciosa, quizás un pelín larga y liosa, pero no aburre y eso ya es demasiado en este tipo de grandes y engalanadas producciones.

Evidentemente no escribo esto porque ahora me quiera dedicar a hacer crítica cinematográfica, eso lo hacen otros con mucho mejor tino y pluma.

No, lo que pasa es que esta peli tiene un puntito nostálgico. Hace ya un año y medio o así que fuimos a una cola que duró seis horas para el casting de la susodicha peli. Y que conste que al final los tres fuimos requeridos para hacer de espadachines, arqueros o lacayos, pero ya nos pilló con otras ocupaciones laborales mucho más interesantes.

Lo importante de esa cola fue que conocimos a Paloma y a Anibal (de hecho está grabado el puro instante donde nos encontramos) y que con ellos fundamos amistad y gracias a la cual conocimos también a Helena, una de nuestras "fijas" en Londinium, así como a ese loco escocés del Duncan que más de una vez nos ha echado una mano, sin olvidarnos de Natalia, una fugaz presencia pero que se consolida con los likes y comentarios del facebook. Gracias a esa cola, un día jugué a policias y ladrones en casa de Guillerno, con algo de vino si mal no recuerdo.

Y no voy a seguir concatenando, que las hebras del tiempo son muy caprichosas y no me quiero poner nostálgico.

Ahí os dejo este revival, por si queréis echarle un vistazo.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Horas como hojas en otoño.

Como las hojas en otoño caen las horas que pasamos juntos.

Nuestros horas fueron un sigilo, casi un espasmo. Mis manos me preguntan por qué ya no alcanzan los trazados de tu piel, mis ojos exigen la ruta hacia tu rostro, los labios se me quiebran porque extraviaron el refugio donde para siempre se plegaron.

Nuestras horas juntos caen como las hojas en otoño porque fueron susurros que nada sustentaron.

Horas crujientes en un relieve de imposibles destinos. Hojas que ahora el viento barre descuidándolas en algún otro rincón.

¿Qué puedo hacer yo ante tu rotundo no?

Imaginarte en cada chica que veo detrás de una ventana.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Diarios de un rodaje. Parte 1.



Va y Jorge me dice:

-Illo, ¿por qué no hacemos un corto ya de una puta vez?

Jorge es maño, pero como ser humano que es no puede resistirse al "illo" y ya lo ha adoptado como propio.

Así que nos hemos puesto manos a la obra.

Hacía tiempo que habíamos hablado de una historia y en la semana pasada por fin la plasmamos en papel. Y este sábado comenzó el rodaje.

Quedamos a las doce, doce y media en la estación de Waterloo. Necesitábamos una localización de exteriores en una estación. Y en Waterloo están los andenes abandonados del Eurostart. No nos dejaron grabar, obviamente. En el par de sitios donde preguntamos se nos puso sobre la mesa un futuro embrollo de papeleos y permisos y total para un minuto, minuto y medio que teníamos que grabar, pues que como que nos la aviamos con la estación de Waterloo sin problemas, grabando algo agazapados no fuera que alguno de las docena de policías que por allí purulalan nos cortaran el rodaje.

Recojimos los bártulos, es decir, guardamos la minicámara Hd Sony en la mochila y a otro sitio.

Nos quedaba la librería, el restaurante, el probador y el banco.

Cerca de Saint Paul acababan de abrir un centro comercial del que Jorge hacía no mucho había dado cuenta en su blog, el One New Change. Y allí matamos tres pájaros de un tiro. Me compré un gorro porque hacía frío, andaba medio resfriado y las orejas se me estaban congelando, de color gris, feo pero barato; grabamos en una librería y capturamos el probador... aunque con esta última localización no estamos muy contentos, ni la localización ni con la escena en sí, lo más probable es que no aparezca en el montaje final. Pero bueno, ahora es el momento de acaparar todo el material posible para luego meter las tijeras. Ahora es el momento: "No limits"

Subimos en ascensor a la terraza y he de deciros que son unas vistas que merecen la pena de Londres, por bonitas y baratas.

Con el gorro, la librería y los probadores era hora de grabar el banco.

Primero grabamos un banco que encontramos por casualidad. Pero para la toma que queríamos nos teníamos que subir a un árbol. Sin la indumentaria adecuada para la escalada de árboles para un rodaje amateur, sin la indumentaria y admitiéndolo, la edad, pues nos conformamos con un par de tomas y fuimos en busca de una localización mejor. El sitio perfecto: iglesia abandonada y medio derruida en pleno corazón de la City. Y allí estaba el banco, las hojas escarlata y amarillas del otoño recién acabado, y una paz perfecta para ejecutar nuestra toma. A los diez minutos de aquel sábado donde la city es una ciudad fantasma, en aquella iglesia que nadie conoce, va y se presentan cuarenta turistacos, uno detrás de otro, con sus mochilitas, cámaras y ganas de invadirlo todo, a tocar los cojones, jodiéndosenos de nuevo nuestro milimétrico y cartesiano plan de rodaje.

Había una tercera opción. Un banco en el Southbank que yo recordaba que había grabado casi dos años atrás cuando fui por allí con la Susana, el Mariano y la Chiara. Pero antes de alcanzarlo teníamos otros menesteres que solucionar: mear, comer e ir a comprobar si el monumento al Artista Desconocido de verdad se movía.

El monumento al Artista Desconocido no se mueve.

Cerca de la Torre de Londres entramos en un sitio donde publicitaban "Tradicional Fresh Fish and Chips" por cuatro pavos. Al final fue una cheeseburger a cinco y me hice yo cargo de la cuenta para equilibrar los gastos de la adquisión de un libro, fundamental, en edición francesa, que debemos comprar y que digamos que tendrá mucha importancia en la trama de este pequeño y humilde corto.

Comimos, meamos, y reanudamos camino hacia el banco que yo recordaba haber grabado. Sería pefecto, estaba orillado, la tarde estaba cayendo, la luz podría ser perfecta, el Tower Brigde de fondo... pero las bicicletas se habían tragado al banco. Es decir, el servicio público de bicicletas londinenses había ocupado el lugar donde otrora estaban los bancos, y allí descansaban pues una docena de bicis en sus anclajes, esperando que algún londoner hiciese uso de ellas.

Nada, desistimos. Había que seguir con el plan preestablecido y alcanzar el Akari, japo donde solía trabajar, para la escena en el restaurante antes de que fuera muy tarde y estuviese muy busy haciendo imposible los encuadres que queríamos lograr. Un poco de bus, un poco de metro y en Angel nos esperaba David y con él nos presentamos en el 196 de Essex Road a degustar algo de Aigamo Rosu (pato), Karamiso Yakiniku (ternera), Gindara (bacalao) y un helado (de judías rojas), celebrado con la mejor cerveza japonesa: Kirin. No sin antes haber grabado una toma improvisada en un mercadillo callejero de antiguedades que puede sustituir a la denostada escena de la librería que tan poco nos gusta.

Terminamos los platos, sacamos la miniSony, grabamos, recogimos y nos las piramos.

Allí coincidí con Monna, el batería de Bo Ningen, que acaban de sacar su primer disco que podéis adquirir aquí.. Y escuchar ahí abajo.

Find more artists like BO NINGEN at Myspace Music




Le comenté a Monna si nos cederían alguna de sus canciones en caso de que nos gustase alguna para incluirla en el corto. Tuvimos un sí por respuesta y con ese sí dimos por concluido el día de rodaje.

Y tras una dura jornada de imprevistos y pateos, era el momento del merecido asueto. , así que nos fuimos al Knightrider, pub donde vimos a España ganar el Mundial y nos tomamos la última pinta mientras el staff se entretenía viendo Factor X que aquel día estaba dedicado a los Beatles. Allí hicimos un par de apuestas, por fin David entendió que solo es cuatro o cinco centímetros más alto que yo y no diez como suele pregonar por ahí y anduvimos como media hora intentando dar con el título para el engendro que estamos pariendo.

No dimos con él. Jorge regresó al pueblo, el David y yo vimos como el Madrid le pegaba una paliza al Atletic y luego me las piré a una fiesta en Finsbury Park donde acabé durmiendo en el suelo (con moqueta, of course), pero contratando al tipo que nos va a hacer la soundtrack -siempre y cuando decidamos incluir soundtrack- que no es sino el Pelosío, un romano que además de compañero es músico.

Y hoy se ha sumado Aurora. No puedo desvelar su cometido, porque su cometido ya daría muchas pistas. Pero desde aquí, cien y cien veces gracias bonita.

Y más o menos así se desenvolvió este primer día de rodaje. Yo, por supuesto, acabé resfriado del todo y creo que he perdido el gorro feo y gris. Y lo peor, amenazamos con volver.

Jorge and me are shooting a short movie. We have started last Saturday. It was cool but sometimes hard, because it´s very diferent the stuff that you have in your mind and the stuff that you can shoot then. I don´t know, maybe in a couple of weeks we will be able to finish it. And it is in english, Jorge is translating the screenplay. We are not gonna win a Oscar but at least we had some fun.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Yellow Bird y otras historias de Barcelona.

Ruth Y Marco son una pareja que conocí en Helsinki. Y allí entre risas, un par de cervezas y algo de carne (supongo que de Alce) ella me comentó que tenía un libro que seguro que me gustaría. Y que me lo iba a mandar.

A uno la experiencia vital le ha enseñado a no ilusionarse mucho con este tipo de compromisos porque sabe que la mayoría de las veces no se cumplen.

Pues esta vez no fue una de esa mayoría.

Aquí lo tengo, en casa, recién abierto.



Y dispuesto a leerlo ya.

Algo de vino, un par de cigarros, una buena lectura, una película quizás más tarde. Noche perfecta de viernes.

Gracias Ruth y Marco, y como vos dirías MUCHOS BICOS.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Anna Germani.



Es una chica italiana que medio he conocido hoy. Compartí con ella alrededor de unas tres horas de trabajo.

Fue mi sombra. La tenía que evaluar.

Italiana, con gran sonrisa y ese puntito de ingenuidad lindo de los recién llegados, natal de una ciudad cerca de Roma y que ha venido sólo para aprender inglés y a trabajar porque la cosa está dura en el país de la bota.

Al final de la tarde me preguntaron: ¿Pasa?

Dije que no.

No es enteramente decisión mía, ya que hubo otros a los que interrogaron, pero puede que mi opinión, más quizás otra, fueran las que más pesaron.

Básicamente una absoluta falta de experiencia, un inglés regulero aunque infinitamente mejor que el que yo traje, timidez y bueno, una serie de factores que recorren desde el instinto hasta la observación detallada de cada uno de sus movimientos fueron los que al final dibujaron el "no" en mi cabeza.

Me consuelo pensando que es un ejercicio de responsabilidad, ya que luego sus aptitudes y capacidades o la falta de ellos repercutirán en el trabajo de todos los demás.

No sé, sólo espero haber sido justo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Sólo en la noche londinense.

Cuando ya casi todos están acostados, cuando todo duerme, las ciudades se despliegan en sombras.

En la noche la ciudad es otra. Se desintoniza. Un filtro desalinea los contornos de las calles. Los caminos se prolongan y se estrechan, acortan y expanden; la métrica, la medida y los ritmos se derraman. La noche refleja en la ciudad a su fantasma, un gemelo espectral en el que los códigos y reglas se esfuman

La noche tapa, cubre y esconde, te reta y te engaña.

El cobijo aguarda en un ejército de eclipses que vibran a disintas horas y en dispares momentos. Es la noche, sí, pero las dictados de las sombras dejan de imperar. Un club, una fiesta entre amigos, un incendio, una parada de bus abarrotada, un supermercado 24 horas, la construcción de un rascacielos, una gasolinera, son minúculas antorchas que la ciudad siembra para velar por su permanencia. Una ciudad nunca del todo se puede parar.

Y así, puedes cobijarte o simplemente atravesarla. La noche, con todas sus misterios.

Había un vagabundo que atravesaba la calle, y elegía su camino como aquel que no sabe cuál es su destino. Encenció un cigarrillo.

Un sólo pensamiento le cruzaba, y volvió a andar, expoleando cada paso con la misma pregunta. Una pregunta cuya no respuesta le sumía en las tinieblas.

¿Para que coño he existido? ¿Para que coño he existido? ¿Para que coño yo he existido?

Y la pregunta azotaría su mente con un látigo. Como siempre, y era esa pregunta lo que le hacía tambalearse.

El viejo al final, salió de campo y no pude seguir grabándolo.

caminando from calvanki on Vimeo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Crónica de una exposición: Two Hours Before



La cita había sido acordada en Algate East a eso de las seis. Como de costumbre, esto es London, no todos llegaron a su hora.

Tras un breve conato de equivocación, habiendo tomado Commercial Street en vez de Commercial Road, esa manía que tienen los que trabajan poniendo nombres a las calles de sólo cambiarles el apellido, gracias a uno de esos bastiones de información gratuita que son los conserjes de los hoteles, conseguimos desenredar el entuerno y enderezar nuestro rumbo.

Arribamos al 31 de Commercial Road a eso de las 18:32. Entraríamos en la NO:ID Gallery a conocer la exposición fotográfica de Arantxa Alcubierre que llevaba por nombre "Two hours before". Arantxa, tiempo ha, y siguiendo su pasión e instinto pasó algunas tardes con los integrantes del Circo Nacional de Cuba que se habían apeado en su ciudad natal. Ellos le abrieron las puertas de su hogar y ella se dedicó a disparar las postrimerías de cada función, en esas dos horas antes donde los preparativos, nervios y maquillajes protagonizan la escena.

Hubo una buena señal nada más cruzar la puerta, porque en la misma había colgado un cartel con la señora Reina de Inglaterra portando una camiseta o bufanda con el logo de la galería. Un toque punk, porque la Reina de Inglaterra desde los Sex Pistol es un icono punk. Y eso para el que ahora relata, siempre es una buena señal.

La exposición había comenzado con un pequeño inconveniente, un revés provocado por la climatología londinense. La galería se inundó tras uno de esos caprichosos golpes de lluvia. Lo que para los organizadores supuso un engorro y una buena dosis de nervios añadidos se convirtió al final en una suerte de atino, donde el continente y el contenido se plegarían.

Una exposición es todo, cada detalle ha de estar cuidado. No sólo son las fotos, el fragma que se cuelga en una pared. Es la elección de marco, la disposición de las misma, el atrezzo de la sala, son muchos los detalles que han de tenerse en cuenta, para que de todo el conjunto emane, no digo que armonía, sino personalidad. Aquella sala pequeña, punk, al lado de una especie de pastelería/kebak india -que hizo de urinario de la misma, sobradamente utilizado por las Carlings que los organizadores dispusieron generósamente para el público- con el parquet mojado, deslucido y un par de goteras se encarnó como el escenario perfecto para mostrar esas dos horas antes del Circo Cubano. Véase que el Circu Cubano no es el Circo del Sol, con toda su fanfarria y brillantina. El Circo Cubano es un relato de artesanía, de modestos acróbatas, funambulistas y payasos, seguramente maestros en su oficio, pero que han de luchar día a día con los remedos, con las averías, con la falta de medios, combatiéndolos con imaginación, el ahínco y la ilusión. La ilusiónd de todo circense, que no es sino arancar risas, ovaciones, aplausos y sorprender en cada función. Ese es el cuento que me contaron aquellas fotografías. Y la cartografía, el escenario, pequeño y algo cochambroso de la galería no fueron sino el marco perfecto para ese cuento que las fotos susurraban.

Arantxa alternó lo que podíamos denominar fotografrías costumbristas con algunas de mayor calado e intención estética y alguna que otra con una inyección lírica incuestionable. A mi entender quizás esto fue una eleción algo desafortunada, porque en cierto modo agrietaban esa melodía de conjunto que palpitaban toda la exposición. Pero ya sabemos como es esto de exponer, al final tienes que decidirte por unas y descartar otras y hay que tener en cuenta la calidad de las mismas y toda una suerte de factores que al mero espectador no le cabe ni siquiera concebir.

Allí entre risas, con las carlings, hablando de las fotos y paridas se nos ocurrió un término para definir la exposición, un termino que hermana el inglés y el castellano y que a mi entender da perfecta radiografía de lo que te podrías encontrar si te decidieras a ir a visitarla. Cooltre (cool+cutre). Porque es una exposición fresca, guai, que te llega y te pinza las arterias, en la que te adentras en la cotidianidad de esos personajes anónimos que luchan por crear paréntesis de felicidad en nuestras vidas, por la sonrisa de un niño y la nostalgia de un padre. Y por otro también, un Circo y una sala de exposiciones con goteras, con remedos, con sietes en la lona que coser, con juegos malabares que arreglar, con botes de maquillaje que hay que estirar, con ese ímpetu y humildad que albergan aquellos que han de obrar maravillas con escasos medios; en este caso tanto los del circo como la fotógrafa.

Es pues para mí ahí donde radicó la magia de esta exposición, en ese plegamiento entre contenido y continente donde un beat golpea y lo atraviesa todo: autenticidad.

No sé, Londres es una ciudad de largas distancias. Tardas al menos una hora siempre en alcanzar las citas. Así que os propongo que con la amiga, el novio, el colega, la del intercambio de idiomas, la chica que conociste ayer o el maromo que te dio el teléfono la semana pasada, os acerquéis por el 31 de Commerical Road, le dediquéis un rato a impregnaros con esas dos horas antes de cada función. Que no es más que la metáfora de una experiencia vivida por todos, con la diferencia que los del circo la adoptan como su rutina. No os defraudará. Y luego le robáis al tiempo unas pintas, vinos o lo que sea en cualquiera de los locales trendy que hay por la zona.

Nosotros acabamos en un Hindú, peleándonos con una carta interminable y aderezandolo todo con muchos platos con coco y cervezas Cobra.

Fue una inolvidable tarde de jueves. Una de esas que Londres de vez en cuando te regala.

Gracias Arantxa (y staff organizativo, of course) y a seguir en la brecha.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Con Wax a la No:Id Gallery



Como absoluto holgazán en todo lo referente a la estética propia, hace ya mas de ocho años que no uso absolutamente nada para moldear el pelo. Es cierto que hubo algunos conatos breves, dispersos, pero nada relevantes. Y en estos ocho años sólo he estado en peluquerías dos veces. Una de ellas ayer.

A veces sienta bien contradecirse a uno mismo. Supongo que aporta cierta frescura.

Y es por eso que la he liado en gordo hoy en la tienda para comprarme cera, que aquí se llama "Wax". Casi compro un tratamiento para pelos estropeados o yo que sé con estractos de aloe y henna, porque en la etiqueta ponía WAX y palurdo de mí el no poder ni siquiera concebir que WAX es una denominación genérica que alude al "estado" del potinge que te vas a echar en el pelo, en este caso potinge ceroso, y ya puede ser para tratarlo contra la caída, para rejuvenecerlo o moldearlo. Al final di con el que necesitaba, creo. Ya veremos dentro de un rato.

Y para seguir contradiciéndome me metí en una tienda a comprar unos pantalones. TXMax creo que se llama, y es la típica tienda multimarcas con ropa fuera de temporada. Evidentemente no me compré los pantalones pero si un chaleco y unos zapatos que no tengan cordones amarillos cantosos, que son los que ahora tengo.

Y pienso estrenar ambos, más mi wax y mi peinado esta tarde. Ya que en esta evening una amiga de aká, Arantxa, hace su primera exposición fotográfica en London. Va a ser en la No:Id gallery y todos aquellos que queráis podéis disfrutar de su trabajo hasta el 21 de este mes. Se enmarca en el Photomonth que es un festival que organiza más de 200 exposiciones fotográficas a lo largo y ancho de London durante Noviembre.

La foto de este post, obviamente, se la he birlado a esta chiquilla llena de talento y ganas de abrirse paso.

Así que sobre las cuatro y media, contradiciéndome a mi mismo, me pongo mi chaleco nuevo, los cordones no amarillos a los zapatos, me waxeo y me pillo la Distric hasta Algate East.

No os lo perdáis.

I bought today some wax because I wanna be handsome (I know, that is impossible, but at least, I´m gonna try it) because a friend of mine Arantxa is gonna show her photographic work in a exhibition in No:Id Gallery . You can see her pics until 21th of November, and of course, she made that amazing pic above this post.

You should go, for sure.

domingo, 7 de noviembre de 2010

A diez segundos del 8 de Noviembre.



Esta entrada se cuelga a las 23:50 del 7 de Noviembre, justo la cuenta a trás para que a mi padre se le acabe el contrato del teléfono y entre en estado de "portabilidad".

Yo lo celebro.

Los motivos para celebrarlo, tienen que ver con esa noria. Es una cuestión de reiteración. La noria siempre reitera su movimiento, mi padre reitera su indecisión en la elección del modelo y, por supuesto, en el de mantenerme informado puntualmente de cada uno de sus virajes.

Y aunque sea un usuario feliz y satisfecho de Android. Padre: el iphone4

sábado, 6 de noviembre de 2010

Acabo de dejar este comentario...

...en el blog del amigo Jorge.

"Illo, te felicito, no sólo la entrada es la hostia en lo escrito, además el PEAZO!!! video este de los cohones que te has montado. Me has hecho hasta resoplar. MUY BUENO, te superas. Y ya basta de tanto piropo, que todavía no es perfecto, jajajja.

Un abrazo colgao".




See the video, up.

viernes, 5 de noviembre de 2010

24 enlaces.



Dos son los años que llevamos en Londres.

Y con el viaje a Londres comenzó su andanza este blog.

Es harto dificil evaluar estos 24 meses, y además, es harto típico hacerlo en efemérides como esta.

Así que no voy a evaluar nada.

Quizás simplemente decir que ha valido la pena y que lo está valiendo.

"En Londres lo primero que hice fue roncar, y tuvieron que aguantarme sólo alguno desayunos ya que pronto volví a mi mismidad como búho, posamos para fotos e intentamos comprar tabaco de liar, tuvimos nuestros primeros problemas con las traducciones, y nos hicieron mucha gracia las paradas de bus, uno intentó aprender inglés cuando no se entretenía cantando viejas series infantiles, hizo turismo y quedó impresionado, y visitó muchos pubs en los que puso incluso su vida en peligro. A veces uno andó solo, y otras dejó escapar a una bonita chica. Vivimos anécdotas en la puerta de una panadería e intentamos lanzar nuestra carrera hacia el estrellato. En Londres tuve bonitas coincidencias, me visitó mi hermana, y muchos amigos a los que siempre llevé a Brick Lane. Mis padres vinieron y yo de vez en cuando me dejé caer por una fantástica isla. Cociné para un japonés, anduve por muchos sitios vacios, y viví muchas despedidas. Hasta en Londres, un día, degusté comida catalana en un mercadillo. Pero lo que más hice en esta ciudad de nueve millones de habitantes fue sentirme rodeado de unos pocos buenos amigos"

Un abrazo a todos los que, de alguna manera, habéis atravesado en estos dos años mi vida.

PD: soy consciente de que esta entrada es infumable, jajajajaja, 24 enlaces es mucha tela. En realidad ha sido un ejercicio de nostalgia, pasame dos horitas repasando estos dos años a través de este espacio.

I've been in London for two years. Great!!! And because the day that we got London is the same day that Bonfire Night, we have the privilege to celebrate our anniversary with some free fireworks.

domingo, 31 de octubre de 2010

Retratos en una noche de Halloween.

Retrato de la peña.
Portrait of the gang.



Retrato de la anfitriona.
Portrait of the host.




Retrato de vampira sin cara.
Portrait of faceless vampire




Retrato de Pelosio.
Portrait of Pelosio.



Retrato de una chica detrás de una rueda de bicicleta.
Portrait of a girl behind a bicycle wheel.



Retrato de un latin lover.
Portrait of latin lover.



Retrato de una bruja sin cara.
Portrait of faceless witch




Retrato de vampiro atacando.
Portrait of a vampire attack




Retrato de un tipo iluminado que cumplía años.
Portrait of an enlightened man who was his birthday.




Retrato de un rapero.
Portrait of a nice gansta.



Retrato del boxeador después de la pelea.
Portrait of a boxer after a fight.



Retrato de un bebé estampado en un bote de talco.
Portrait of a baby from a bottle of talcum powder.



Retrato de la última bebida (un licor Húngaro)
Portrait of the last drink (Hungarian liquor)



Retrato del dueño de la botella de la última bebida (un húngaro)
Portrait of the owner of the last drink bottle (a Hungarian guy)



Retrato de unas piernas.
Portrait of legs.

sábado, 30 de octubre de 2010

Halloween en London debe ser...

...una obsesión

Por que tú vas caminando por la calle y ves un colón y cuando llegas al final de la misma, bueno al principio, ves a un segurata-armario-empotrado-de-dos-metros organizando el paso y vituperando a todo aquel impaciente que quisera entrar antes a...

una tienda de disfraces!!!



Nada, que hay había unas doscientas personas esperando para alquilar su traje de calabaza, vampiro, Jack el Destripador, Momia, Frankestein o cualquier fantoche que se precie.

Donde quedó eso de que con papel, tijeras, cuerda, algo de tela, fixo y cinta aislante, te apañabas un traje a lo Guerra de las Galaxias que ni pa qué.

No sé, a mi me da que eso de rentar un disfraz tiene algo de impostura, es feo y bordeando la fullería. Pero la vida ya me enseñó a que no puedo decir que "yo nunca alquilaré un traje" porque de seguro que alguna vez lo haré, y si no por si acaso.

In London people become crazy in Halloween. Look that queue, just to rent a costume. I don´t like dressing up, but if I have to do it I prefer make the custome by myself.

viernes, 29 de octubre de 2010

Los dias de piernas izquierdas mejor no te topes con un abrigo de "baby cachemir"



Uno a veces se levanta con la pierna izquierda. Otras donde uno parece que tiene siete piernas, o mejor trece, y se levanta con todas ellas juntas.

Aparte de levantarte tarde y tener que correr como un poseso y llegar a la estación donde enlazan las lineas de metro y el metro que tienes que coger pues ese dia no funciona (cómo no, la Distric Line, que falla más que una escopetilla de feria) y sales fuera buscando desesperadamente un autobús y te equivocas de autobús y te bajas y corres y coges el autobús correcto y te das cuenta de que se te ha pasado afeitarte y que la superjefa está en el curro y tienes que ir afeitado sí o sí y llegas con el tiempo justo para comprar en el Booths loción de afeitar y maquinillas desechables por 3,79 libras, esperando una supercola que justo la que por fín sólo hay delante de tí paga céntimo a céntimo y se le cae la bolsa y la dependienta sale para ayudarla y todo el rollo que os podéis imaginar para que el tiempo corriera y corriera y llegas al puto staff room y justo hay alguien en el cuarto de baño y tienes que aporrear la puerta y al final consigues afeitarte pero te cortas, como no, te cortas, y ahora no hay papel higiénico para ponerte trocitos en las heridas y sales por el papel y lo encuentras y te lo pones y esperas que la sangre se seque y por fin bajas (sólo tres minutos tarde y sudando claro) y te pones a currar y en uno de los infortunados lances y peligros que siempre corre un camarero le derramas la spicy sauce en un abrigo de "baby cachemir" que dice el pavo que le ha costado tres mil libras. Limpias con tónica el abrigo y resulta que el apestoso olor a pie de la susodicha salsa no se quita y entonces se planta una espada de Damocles sobre tu cabeza, porque le tienes que decir que vaya a la tintorería y que pase la factura, factura que si al pavo le da por traer la tendré que pagar yo, así que mañana, pasado, o en una semana es probable que me tenga que hacer cargo de una factura de una tintorería pija para quitar el apestoso olor a pie del abrigo de baby cachemir. Otra cosa que me apunto si fuera Dictador del Universo: prohibir los abrigos de baby cachemir de tres mil libras, ir con un abrigo de esos es un peligro, cojones.

¿Pueden pasar más cosas?

Desde luego.

Un cliente te pega un grito delante de la superjefa por la que has corrido la odisea del afeitado reclamando su chicken teriyaqui que dijo haber pedido veinte minutos antes y del que yo no tengo ninguna noticia. Al final el tio se come su chicken, por cierto, un tipo al que le tuve que cambiar tres veces el arroz porque me dijo que estaba muy seco y que él entendía de arroz. ¿Pero que clase de freaki te dice, "hey chaval, ojo, que yo sé de lo que estoy hablando, que yo entiendo de arroz y este está seco"? Coño, pues compráte un spray y lo pulverizas con agua, cojones. Al final paga su cuenta de 35 libras y deja una propina de siete. Quizás mala conciencia. Y como esa, quizás de menos magnitud, se suceden treinta y siete situaciones más de lo mismo y que sería ya demasiado relatar. Vaya, uno de esos días de trabajo donde te gustaría tener un kalashnikov y hacer un par de ráfagas de tiros, pero que de seguro que si lo tuvieras, nada más apretar el gatillo te volarías el pie. Y cuando tengo cinco mintuos por fín, para irme por la puerta de atrás a fumar un cigarro y a respirar aire fresco y que las pulsaciones se calmen me encuentro con el Arthur que me empieza a dar la murga para que le diga como se dice en español "I like your smile". Ya sé, le podría haber dicho, Arthur, colega, no es momento. Pero el Arthur es un cacho pan y yo supongo que lo seré también y ahí que hemos estados tres minutos diciendonos mutuamente "Me gusta tu sonrisa" "Me gusta tu sonrisa" "Me gusta tu sonrisa" uno con acento de sargento lituano y otro con el sevillano que alguno conocéis. Se me olvidó preguntarle al Arthur para que cojones quería saber eso, aunque tengo fundadas sospechas. Total que ya me tengo que volver para adentro y en el primer té que pongo tras el break va y me quemo con agua hirviendo.

¿Pueden pasar más cosas?

Sí.

Una siesta interrumpida, tres mesas remolonas al cierre, el autobús justo que se va en tus narices, etc, etc, etc.

Todavía estoy riéndome de mí mismo. En el fondo los días así tienen su punto divertido.

En casa por fin el Yogan. Un amigo francés que compartió la etapa Ealing y que hace escala en nuestra cobacha de Hammersmith en su camino hacia Islandia. Me relató con mapa en mano de su flipante viaje bordeando la isla y de las millones de experiencas que vivió que le hacen respetar esa manía de los islandeses de creer en duentes, hadas y gnomos; de sus planes para hacer una residencia artística en Reikiavik y tirar millones de fotos y de pasarse dos meses trabajando en una granja en medio de ningún lugar, simplemente para escuchar el silencio de la tundra y rodearse de naturaleza. Espero que no sea de arroz, la granja digo.

También me dijo algo que me va a servir para cerrar esta entrada. Es Islandia tienen un dicho:

"no hay problemas, sino soluciones".

Me animó por un momento, hasta que... ¿Os imaginaís cuál va a ser la solución del amigo del abrigo del baby cachemir no?

jajajajajajaja.

Por cierto, la peazo foto que encabeza este vomitón de palabras es del amigo Yogan. Guapa eh?

Today It was that kind of days that you want to forget. At least I was with Yogan, a French friend, amazing photographer, who is spending one night with us in his way to Iceland. Pic above is from him. It is cool, isn´t it?

jueves, 28 de octubre de 2010

Un hombre sin pasado.




Caminando por Helsinki y siendo sorprendido por la cantidad de restaruantes de tapas y españolidad que fui viendo por allí, desde una pegatina de un Toro Osborne en un reloj callejero hasta una furgoneta en la que literalmente podías leer serigrafiado "El naturalista, caminar por la vida" -cuál era el negocio de esa furgoneta, ni puta idea, pero el slogan estaba escrita en perfecto castellano-, pues pensé hacer una entrada posteando todas esas foto que fui recolectando con cualquier cosa que tuviera que ver con lo ibérico.

Pero ya subi una entrada con muchas fotos y pasando, vaya. Así que he cambiado de opinión. Y esta va a ser otra entrada. La entrada de "un hombre sin pasado"


"Un hombre sin pasado"
es una película de Aki Kaurismaki que vi en el Festival de Cine Europeo de Sevilla cuando disfrutaba como un enano viendo cuatro o cinco movies al día.

La película está bien y es curioso como retrata a la sociedad Finlandesa, sociedad que he tenido la oportunidad tangencialmente de conocer. Digo tangencial porque con el único especimen autóctono con el que tomé contacto está casado con una gallega de nombre Ruth, fue un rasta, hacía surf y habla perfectamente castellano. Así que aunque cien por cien finlandés, me da a mi que el amigo es casi ya más español. Por cierto, Ruth tiene un blog, y he de decir que fue una tarde muy simpática la que compartimos con ellos en el Bar 9, cenando luego en el Rafia y culminándola luego con vodkas en un tugurio Heavy donde sonó un par de veces Bon Jovi (puajjjjj).

Lo que quería comentar es lo jodidamente parecido que me resultó la sociedad finalndesa y los finlandeses a las películas de los Kaurismaki (vamos, a las dos o tres que he visto de ellos). Yo siempre estas cosas las achaco a lo que podríamos llamar el "defecto lente" que no es lo mismo que "el síndrome de los cristales estresados" (esto último, lo siento, es un chiste privado entre el Dani y yo). El defecto lente lo voy a explicar con Almodóvar. Cualquier notas extrangero que vea una peli de Almodovar podría concluir si se pasase una semanita en Madrid, que los españoles estamos muy bien retratados en sus historias. Cosa a la que yo me opongo diametralmente. Lo mismo de Amodeo o Rodriguez con la sociedad Andaluza (si eso existe). Es porque esos extranjeros/turistas ven la realidad con una lente, la lente del foráneo que solo pasa una semana inmerso en una cultura nueva y que encima tiene como referencia clichés provenientes de cine. Esa lente, obviamente, está deformada y solo apura/apunta la superficie de la realidad. Así mismo me sentí yo, dando voltios por la capital de imperio del frío, porque los finlandeses con su quietud, sus caras cuadradas, su pelo medio largo y medio rubio, sus sonrisas tímidas, y toda su inquietante contención me resultaban peculiarmente familiares gracias a las pelis de Mika y Aki (Kaurismaki). Pero fijo que Finlandia es mucho más. Como ese matrimonio entre una Gallega que diseña joyas y un finlandés que ya no tiene olas que montar.

Por otra parte Helsinki me ha hechizado e intriago a la par. Desde el diseño que rezuma en todas partes a la "Casa Filandia" de Alvar Aalto que de noche, iluminada y a lo lejos, parece ser una construcción algodonada, sin esquinas ni lineas rectas y que a plena luz del día se transforma en una muralla blanca de polígonos regulares. Magia y lírica a la par. Así como los cientos de peluquerías que jalonan cada calle, todas con su propia personalidad y estilo. Si en Finlandia dicen que hay una sauna por persona, me atrevo a apostar que hay una peluquería por casa. Y no quiero ni contar la extravancia de los finlandeses/as con los pelados, que ni aquí en Londres vaya. El idioma, tan extraño y ajeno, los tranvías, pisar las hojas caídas porque es otoño y existen las estaciones, el suburbio de Kalio y aquel garito con el colgado que nos confesaba que su mujer era demasiado masculina, el complejo Andorra donde jugué unos billares y el Finlandia, un vodka muy digestivo, del que me traje una botella para degustar mis recuerdos.

Un sitio en el que me apetecería vivir si no se pasasen medio año bajo cero.

Y bueno, como este post empezó con la amputada intención de colgar fotos sobre España en Helsinki, he allí -al principio- la que yo creo más graciosa de todas las que hice.

Plantados, Sancho Panza y el "Ingenioso hidalgo Don Qujiote" sin yelmo de Mambrino, en medio de una libreria finlandesa. Porque como en la película "Un hombre sin pasado" el Quijote renunció al suyo, para aventurarse en el desasosiego de su locura, el Quijote también es un hombre sin pasado, lo cercena para vivir sus sueños, un sueño revestido de espejismo y anacronicidad (¿existe esta palabra?). Porque al final da igual, Helsinki, Madrid, Sevilla o Pekín, al final hay arquetipos que siempre se repiten.

Yo, claro está, caminando por Helsinki, daba mucho más la talla del Sancho (sobre todo por las palizas que me di a comer carne de Reno y salchichas de Alce)

martes, 26 de octubre de 2010

Gracias, guapa.

Hay una mosca por la habitación, dibuja sombras zigzageantes. Mañana trabajo. Fumo.

Voy a hablar de la amistad.

Quizás sean los silencios cuando ya no son incómodos, o una cartografía de experiencias comunes que se relatan en diferido y esa especie de cosquilleo nostálgico que te cala cuando los recuerdos, que se tiñen de azúl, te rememoran; puede que sea un lodazal de risas, besos, abrazos, guiños... complicidades. La amistad a veces es un hombro, unos oídos, un consejo. Un estar ahí y también un saber no estar. Cazar una mirada al vuelo, o un gesto, e interpretarlo en todos sus recovecos. Es cuando tú dices "yo", con todas tus sombras y miedos. Es un espejo en el que no puedes aparentar, ni quieres hacerlo. La amistad se teje con códigos inaudibles para los demás y con destellos que nadie más que dos pueden descifrar. Es sentir como tuyos las alegrías y fracasos, las frustaciones y esperanzas, es aguantar las chorradas y amortiguar los golpes. Un pulso subterráneo que transgrede el tiempo y que no entiende de distancias, seas éstas cuales sean. Amistad es tener aún muchas cosas pendientes.

Es decir adiós en un aeropuerto y esperar en el horizonte de nuevo el momento del "hola", es levantarte a las cinco de la mañana y preguntarte si estás bien, es pelearse por llevar un paraguas, o por quitar el cable de portatil y apargarlo de pronto, es inflar un colchón de aire, es ayudar a terminar una columna o a que te inviten a una sopa en un viejo mercado, es compartir confidencias con un par de cafés y preguntarle al otro por qué se quedó tan serio, o responder mil veces al impertinente "¿cuánto queda?", amistad es caminar diciendo que todo sería más bonito con nieve o escuchar "Love will tear us apart" y aguantar a un pesado proclamándola como la mejor canción del mundo.

No sé lo que es la amistad. Es una palabra demasiado grande y opaca. Tampoco me interesa saberlo. La vivo.

Esa es mi suerte.

Amistad es ella.



I have written a lot of cheesy words to say something very simple: She is my friend.