martes, 23 de julio de 2013

El alzamiento de los inconformistas.


Ese día me había puesto unos vaqueros nuevos lee, unas converse "all star", una camiseta negra Levi´s e iba protegido con unas Ray Ban de malote. Para mis estándares iba de etiqueta. Queríamos tomarnos un cocktail en el restaurante Sushi-Samba, un sitio peculiar, caro de cojones, que mezcla la comida brasileña con la japonesa a unos ciento cincuenta metros de altura, un sitio abierto 24 horas al día, siete días a la semana, y en la que requieres la mayor de las veces de reserva. Uno de los sitios de moda.

No nos dejaron entrar.

Parece ser que las converse no les convencieron. Así que les tuitteé "@sushisamba if you don´t let converse in, you are not a "all star" place"

Supongo que se pasarían mi tweet por el forro lo mismo que yo me pase por el mío el hecho de que no nos permitieran pasar.

Sushisamba vetado, pues. Como represalia desdecirme de la idea de incluirlo en mi novela. Sí, uno de los motivos, sino "el motivo", por el cual quería darme un garbeo por allí consistía en ambientar un capítulo de mi novela en un restaurante de altura y había elegido éste... not any more...

Recogimos los pedazos de nuestra dignidad hecha añicos y nos dirigimos a un sitio donde las converse y las Ray Ban iban a ser mucho mejor recibidas: "Whitecross Street Party". Una fiesta donde en un rincón te encuentras a un grupo de rastas bailando al ritmo de Marley y en la esquina opuesta ves a un graffitero dando los últimos retoques a su obra. Un crisol de peña pintando, esculpiendo, danzando, cantando, divirtiéndose, comiendo y bebiendo. Un estallido de color en el epicentro gris de la city. Todo un hallazgo. Os lo recomiendo para el año que viene.

Y todo este extenso prólogo para conducirme a lo que de verdad quería yo hablar aquí: el alzamiento de los inconformistas, que es el subtítulo que los organizadores del "Whitecross Street Party" le dan a su fiesta. Una denominación que me hizo pensar.

¿Qué es un inconformista?

No tengo muy claro como definirlos, pero de lo que cada día estoy más seguro es de cuánto los necesitamos.

Y desde aquí, desde este pedacito del espacio sin materia que no reúne a más de cincuenta visitas al día,  un día con suerte, me propongo enrolarme en sus filas.

¿Cómo?

No conformándome. Nunca.

Y haciéndoles ver a los que están en mis alrededores que cuando nos conformemos es cuando nos rendimos y cuando nos rendimos es cuando dejamos de ser humanos.

El mundo de hoy está lleno de no-humanos y hay que despertarlos.

¡¡¡Por el alzamiento de los inconformistas!!!


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me apuntaría, pero no estaría conforme con etiquetarme de incorformista.
Manué

Calvanki dijo...

Tu lo que eres es un chulo!!!