viernes, 6 de septiembre de 2013

Honrar el pasado.




La tierra que me acoge tiene sus virtudes y defectos, pero entre sus virtudes está la de apreciar su pasado, conocerlo y honrar a sus héroes... el gobierno británico manda a mi pueblo a la familia descendiente de un tipo que quedó ahí enterrado hace doscientos años tras un acto heróico en las guerras napoleónicas, a un soldado y a un corneta para honrarlo con el motivo de la inauguración de un monumento en un cruce de caminos en mi localidad. 

De las guerras deberíamos avergonzarnos, y más de los que las firmaron, nunca de los que murieron en ellas. 

Ya no hablo de honrar y conocer a Don Pelayo o a el Gran Capitán o por poner y llegar al Cid. 

Un paseo por Londres y verás como hay cientos de monumentos que honran a los caídos en las dos guerras mundiales, y allí ponen sus nombres y apellidos. Hasta en la oficina de correos donde voy a recoger los paquetes que no alcanzo hay un placa siempre limpia y lustrada que rememora a los empleados de esa misma oficina que murieron en acto de servicio. Tipos anónimos, muchos adolescentes que empezaban a saborear los placeres de la vida; que fueron mandados al frente por la incompetencia, la ambición, la estulticia, el orgullo y la codicia de unos pocos... como sucede en casi todas las guerras, o debido a como formularía el sociólogo Marvin Harris a una necesidad de expandir el territorio y acaparar los recursos, pero a la postre encabezados por esos ineptos que no han sabido administrarlos, sembrando la devastación por medio. 

Obviamente guerras hubo muchas y cada una tiene sus singularidades y en ellas se establecen sus propias reglas de juego, se define lo que es un héroe o no, pero allende estas peculiaridades, honrar y recordar a los inocentes que derramaron su sangre por ello es lo mínimo que deberíamos hacer. 

Y una nación beliciosa como fue la nuestra ha abandonado esta causa. 

No conocemos nuestra historia, o la tergiversamos según donde nos toque, y así nos va. 

El único monumento que se levanta a mi pueblo para honrar a un héroe es de un tipo nacido en estas islas donde vivo, un tal John Scrope Colquitt. 

Que en paz descanse.


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